UN DÍA EN LA CASA DE FIO
El juego llega a su fin cuando nos comenzamos
a preparar para ir al parque; momento en que hay que ponerse los zapatos, preparar la merienda, recoger los juguetes,
abrigarse y comenzar la expedición. Comúnmente esta expedición no nos lleva más
de unos 10 minutos en los que no paramos de observar y escuchar todo lo que
pasa a nuestro alrededor.
Ya en el parque
comienza el juego al aire libre; cada niño centra su atención en lo que ese día le hace falta, el parque nos permite correr,
gritar, saltar, explorar… Los días que más
nos gustan son los días en que nos encontramos con los charcos de agua, que nos
dejan una imagen nueva del parque lleno de posibilidades.
Ya de vuelta del
parque hay que irse a lavar las manos y preparar la hora de la comida; los más
grandes se encargan de poner la mesa, cuando ya tenemos todo listo intentamos comer todos juntos como una gran familia.
Los que se
van se despiden de nosotros y los que
nos quedamos preparamos la habitación para escuchar historias antes de descansar. Siempre hay alguno que se duerme en mitad del
cuento y también alguno que prefiere seguir escuchando historias.
Pasado el tiempo
de descanso quien está despierto vuelve a la acción con juegos esta vez más relajados mientras esperamos a que todos estén
despiertos.
Una vez más nos
despedimos de los que se van y los que nos quedamos seguimos
el día jugando, cantando, escuchando historias…
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